viernes, 12 de diciembre de 2014

SIN ALIENTO




Reservo mi sonrisa,
para la muerte perpetrada,
por las palabras no pronunciadas,
de tus labios impuros.

Reservo mi piel,
para los campos sedientos de lluvia,
de los días del estío,
donde el sol se alimenta,
del ardor de su arena.

Reservo mi alma,
a los cuervos de la mañana,
para que con ella, 
sacien su hambre y su sed.

"Donde nacen las estelas"

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