lunes, 6 de octubre de 2014

PERSEGUIDA


Perdiste la inocencia de tu mirada,
en una noche de otoño estrellada.
Tus rasgos atenuados por el paso
de los largos años al amparo,
del viento sin caricias,
recorren mi cuerpo deseando
apoderarse de mi alma.

Navegas sin rumbo,
por mares de palabas olvidadas,
escondiendote entre los arrecifes,
del mundo de los sueños.

Caminas por senderos abruptos,
llenos de rosas y espinas,
donde aguardas en silencio,
la codicia de quien posee un tesoro.

Ahora que el fuego,
danza al amparo de mi hogar,
espero tu llegada,
para la lucha final.

(Septiembre 2014)
Donde nacen las estelas

No hay comentarios:

Publicar un comentario